Entrenamiento en San Joaquín

"La gente debería aprovechar. Imagínate, clases a dos lucas. En otros lados es super caro y más encima no realizan peleas en serio, como acá", dice Eugenio Merellano, entrenador del club de boxeo San Joaquín y Director de Estatus y Reglamentos de la Federación Chilena de Boxeo”. El ex púgil junto a Juan Urzúa, también un boxeador retirado y actual árbitro, entrenan de lunes a jueves a boxeadores amateurs en el gimnasio "Sol Naciente", en San Joaquín. Diariamente, acuden entre 8 a 15 personas a las clases de box. Lo curioso, es que en su mayoría son mujeres. "Ahora ya no existe la idea de que un deporte sea de hombres o mujeres, dice Julia Navarrete mientras entrena junto a su hija. "Y a las mejores las vamos a llevar a la federación", agrega Juan, dirigiéndose a sus alumnas. Son muy pocas las mujeres que boxean, “esperemos que ellas si se atrevan y no se queden con sólo entrenar. En todo caso, nuestro club lleva poco tiempo, y esto de preparar a mujeres es nuevo. Imagínate, el año pasado éramos sólo hombres y una mujer”, añade Juan. En el gimnasio se realizan distintas actividades recreativas y deportivas apoyadas por Chile Deportes. En el recinto, las salas están destinadas para clases de aeróbica, cursos de tango, entre otros, pero el patio sólo está reservado para el entrenamiento de boxeo porque es el único lugar donde tiene espacio el ring.
Entre boxeadores destacados que han sido entrenados por Urzúa y Merellano, es Juan Godoy, quien el 2008 llego a semifinales del Campeonato Nacional, en la categoría medio pesado, pero tras sufrir una lesión en el tobillo no pudo pasar a la final. También, Merellano menciona a Víctor Corvalán, ex seleccionado nacional quien participó en el campeonato, pero sin pena ni gloria. “Ahora, el chiquillo está trabajando, no puede entrenar. Eso es lo malo del boxeo, no hay ayuda económica que les permita a los púgiles dedicarse al boxeo. En mis tiempos si habían más recursos”, se queja Merellano.
Desde el 2006, Urzúa le propuso a Merellano asociarse para entrenar a jóvenes del sector. Así, en la sede de la junta de vecinos Juan Planas, Villa Cervantes, dieron inicio a sus clases. "Pero no nos querían. Nos tajearon los sacos de boxeo cuando no estábamos. Creo que nos discriminaban", exclama Juan. Después de los incidentes, ambos se trasladaron a la Federación. Pero el espacio, aunque parece amplio, no era suficiente para más de 30 personas. Sólo estuvieron allí mientras encontraban otro lugar, hasta que dieron con el gimnasio.